• Mar. Mar 19th, 2024

Lenguaje

Lenguaje

1.     MECANISMOS DE ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE.

 

Los aspectos necesarios para la adquisición del lenguaje por un niño o una niña son:

 

1.     Puesto que existen mecanismos neurológicos y fisiológicos que intervienen en el control del lenguaje es necesaria una maduración y esta tiene un ritmo predeterminado, destacan:

 

–         Función respiratoria: necesidad de respirar correctamente.

 

–         Función auditiva: audición y discriminación de los sonidos.

 

–         Función fonadora: emisión de sonidos y ruidos, el más primitivo es el llanto, al que le siguen otros que dan acceso al habla.

 

–         Función articulatoria: el niño y la niña desde muy pequeños emiten y articulan sonidos; es por aprobación y repetición de aquellos que más se parecen a los de nuestro idioma como unos los mantienen y otros los eliminan.

 

2.     La estimulación exterior: el lenguaje oral aparece “naturalmente” por una serie de intercambios del niño o niña con su entorno, sin que en este exista un programa preparado de forma intencionada para su enseñanza sistemática.

 

El lenguaje se enseña/aprende a través de la comunicación. La característica principal de los intercambios niño/niña-adulto durante los primeros años es una interacción mutua con las siguientes características en el modo en que solemos expresarnos los adultos:

 

–     Se habla más despacio, con más pausas y estas son más largas.

 

–         Se sube el tono de voz empleando un tono más agudo.

 

–         Se cuida la pronunciación.

 

–         La entonación se hace más expresiva.

 

–         Los enunciados son más cortos y más simples.

 

–         Se repite con frecuencia parte o todo el enunciado.

 

–         Se emplea un número limitado de palabras y utilizando mucho los sinómimos.

 

–         El adulto hace constantes referencias al contexto, indicando o utilizando objetos concretos.

 

–         Se utilizan más gestos y mímica.

 

El niño o niña más que repetir las palabras que el adulto le está diciendo constantemente aprenderá en primer lugar las que le ayuden a resolver sus problemas y cubrir sus necesidades.

 

El adulto interpreta las “palabras” que dice el niño o la niña en función del contexto donde se produce.

 

3.     Conjugar los dos factores anteriores: existencia de la capacitación para utilizar el lenguaje y las posibilidades de desarrollarlo en un medio con estímulos auditivos.

 

 

2. ETAPA PRELINGÜÍSTICA (PRIMER AÑO)

 

Desde hace ya algún tiempo se sabe que los bebés cuando nacen no son sordos ni ciegos, sino que genéticamente estan dotados con una serie de mecanismos que les permiten responder a sus iguales.

 

El niño o niña responde a sonidos de elevada intensidad o a la música ya en el vientre de la madre. El oído al igual que otros sentidos funcionan desde el nacimiento. Es el sonido de la voz humana el que más atrae su atención, en general las femeninas, y en particular la de la madre.

 

El grito o llanto que acompaña al niño o niña en su llegada al mundo es la primera señal comunicativa, nos indica que algo le sucede, que percibe sensaciones diferentes a las que había sentido hasta entonces (siente frío, respira por primera vez, siente angustia….)

 

Los recién nacidos no sólo manifiestan sus emociones por medio del llanto o grito, sino también a través de lo que se ha llamado ”imitación neonatal” que consiste en:

 

a)     Actividades visuales en las que el niño o niña sigue con la mirada al adulto esperando un acercamiento.

 

b)     Actividades motoras, donde el niño o niña mueve los brazos y piernas, abre y cierra la boca, saca la lengua

 

c)     Actividades mímicas y de expresión facial entre las que destaca la sonrisa.

 

Coincidiendo con los primeros gritos la relación particular que se establece entre adulto y niño/niña constituye un marco para la aparición de una conducta prelingüística a través de los movimientos y sonidos de succión que preceden a la nutrición. Se trata de movimientos de labios que van poniendo en acción los órganos necesarios para la articulación.

 

Desde el nacimiento el niño/niña emite unas vocalizaciones no lingüísticas relacionadas con el hambre, el dolor, el placer, … A partir del segundo mes el niño/niña es capaz de emitir sonidos que normalmente son vocales, estamos ante los arrullos.

 

Hacia los 6 meses estos sonidos vocálicos se combinan entre sí y con otros consonánticos son balbuceos, gorjeos o lalación, que carecen de significado. Los sonidos emitidos se van “seleccionando” y se asimilarán y fijarán los empleados en su entorno.

 

El balbuceo es congénito puesto que balbucean incluso los niños/niñas sordos/sordas produciéndoles placer, no obstante, los niños/niñas de audición normal lo realizan de forma más intensa ya que al escucharse se refuerzan.

 

Progresivamente el balbuceo alcanza forma de actividad intencional y en respuesta a la voz del adulto, en situaciones de intercambio afectivo aparece una conducta comunicativa llamada ecolalia o preparleta, en la que aparecen emisiones articuladas intencionalmente como respuesta e imitando las entonaciones que escucha en los adultos.

 

En el desarrollo del niño y la niña se produce un momento en el que los juegos adulto-niño/niña cobran especial relevancia, son los formatos. En ellos se pueden producir las siguientes interacciones:

 

–         Atención conjunta es el intento por parte del adulto o del niño/niña de atraer la atención del otro hacia un objeto o actividad.

 

–         De acción conjunta o interacción con el objeto es la actividad del adulto y el niño/niña sobre y con un objeto externo a ambos. Los juegos consisten en sacar y meter, construir y tirar, dar y tomar….

 

–         Interacciones sociales son saludos, despedidas…. rituales en los que se hace participar al niño/niña desde muy pronto.

 

Hacia el año de vida el niño o la niña tiene una intención comunicativa y lo podemos comprobar con los siguientes indicadores:

 

–         Alternancia de miradas entre el objeto y la persona adulta que está pendiente de él/ella.

 

–         Intensificación, acción o sustitución de señales hasta alcanzar lo que pretende.

 

–         Cambios en las señales con objeto de alcanzar aquello que desea.

 

 

3. ETAPA LINGÜÍSTICA: 2º AÑO: DEL GESTO A LA PALABRA.

 

Al final de la conducta ecolálica, el niño o la niña muestra su apertura al mundo con la comprensión pasiva, esta es creciente y los padres la facilitan al dirigirse a el/ella constantemente.

 

El paso de la comprensión pasiva a la emisión del lenguaje es lento pero firme y cada adquisición es irreversible

 

Las primeras unidades dotadas de sentido son monosílabas, que dan comienzo a una etapa de “palabra-sílaba” o “monosílabo intencional”.

 

Aparece a continuación las secuencias generalmente de dos sílabas iguales que el adulto suele reconocer como palabras. No se trata de ningún descubrimiento porque existe continuidad en todas las fases. Generalmente el niño o la niña emite tales expresiones en el mismo lugar en que el adulto las ha utilizado, este las refuerza y las repite, al reforzarlas generalmente con signos de alegría el niño o la niña tiende a repertirlas cada vez más.

 

A estas palabras aisladas se les ha llamado holofrases, que funcionan en el niño/niña como una frase en el adulto, son emitidas con diferentes matices de tono (similar al de una pregunta, descripción…) y contienen un mensaje, una intención (pedir, rechazar, negar….) mucho más rico y complicado que el significado de la palabra en si y que solo puede interpretarse en un contexto concreto.

 

Una ventaja clara de las palabras respecto a los gestos es que estos suelen depender de la presencia visible del objeto al que se refieren y las palabras permiten referirse a objetos ausentes.

 

Etapa de las dos palabras.

 

A esta etapa a veces se le llama también del “habla telegráfica”

 

La palabra-frase evoluciona a partir de los 18 meses, aunque las diferencias individuales suelen ser muy grandes entre los niños/niñas, dejan de usar palabras aisladas y empiezan a combinarlas de dos en dos.

 

Estas combinaciones no son imitaciones del habla adulta, ya que los adultos nunca hablan así , ni se producen al azar, sino que están organizadas con una gramática infantil que es bastante diferente a la de los adultos, son creaciones originales de los niños/niñas.

 

Resulta imposible reconstruir el significado de estas “frases” sin saber el momento y lugar donde se han producido.

 

Las palabras que se emplean son nombres, verbos, adjetivos y sus combinaciones.

 

N + N

 

N + V

 

V + N

 

N + A

 

 

4. – DESARROLLO A PARTIR DE LOS 3 AÑOS.

 

Después de la etapa de dos palabras el lenguaje crece de tal manera que es difícil enmarcarlo bajo un título.

 

Durante el 3º y 4º año de vida el lenguaje aún teniendo cierto aire telegráfico crece de forma vertiginosa,

 

–         El vocabulario pasa de unas cuantas palabras a varios cientos.

 

–         Las frases se hacen más largas y complicadas.

 

–         Se incluyen preposiciones en las frases.

 

–         Aparecen el género y el número en las palabras.

 

–         Aparecen los artículos.

 

Durante el tercer año, aunque con diferencias individuales,. se adquieren las reglas de sintaxis, es decir se ordenan y se enlazan las palabras para formar oraciones y se unen estas entre sí.

 

Aparecen las sobrerregulaciones o hiperregulaciones y con ellas surgen errores que en etapas anteriores no cometían. Hacen regulares algunas formas de los verbos que son irregulares. Seguramente son formas que nunca han oído de labios de los adultos y no lo pueden imitar y ellos mismos recurriendo a ciertas reglas aprendidas las aplican y resultan estas formas que nos resultan graciosas:

 

Estas formas desaparecen poco a poco al escuchar modelos correctos.

 

Desarrollo del lenguaje después de los cinco años.

 

Hacía los 4 ó 5 años de edad los niños y las niñas han adquirido ya los aspectos mas importantes del lenguaje, pero su desarrollo continúa durante toda la vida.

 

Ahora aparecen nuevas experiencias, la escuela, los amigos, la televisión, las lecturas, las lenguas extranjeras… Todos ellos proporcionan gran variedad de conocimientos y nuevos modelos de uso del lenguaje

 

El dominio de las habilidades básicas de lectura y escritura facilita el acceso a nuevos lenguajes: matemáticos, lógicos…. con los que el lenguaje se hace cada vez más correcto y el vocabulario aumenta sin cesar.

 

Los profesores, amigos, radio, televisión, libros, comienzan a ser modelos y a participar de la comunicación.

 

Deberíamos concluir reflexionando sobre la necesidad de hablarle y hacerle hablar en cualquier momento ó situación y plantearle las actividades como juegos.

 

El lenguaje no se desarrolla con un ritmo idéntico en cada individuo, por tanto no podemos establecer un calendario común para todos los niños y niñas ya que cada uno tiene su propio ritmo.

 

AUTORA:

María Jesús Larraga Cubero