La raza humana tiende a la constante actualización, las prisas y la necesidad (a veces enfermiza) de estresarse gratuitamente por querer abarcar más de lo que realmente necesitamos. Y es que el trabajo, las facturas, los niños, las normas, la televisión, internet, cocinar, limpiar ¡Ahhh! Ciertamente todo esto parece una locura, y solamente he nombrado una fracción de las cosas que hacemos en nuestro día a día.
Tiempos aquellos que trepábamos por las ramas buscando fruta, parece que nunca volverán ¿Y qué nos ofrece el sistema para paliar los síntomas de tanto ajetreo físico, mental y emocional: pastillas y más pastillas, la mayoría por no decir todas con efectos secundarios más o menos dañinos.
Es entonces cuando el humano, ávido de conocimiento y verdad, busca la sabiduría ancestral y encuentra en las plantas una fuente de salud inagotable: tila, manzanilla, té, mate, boldo, cardo mariano y un sin fin de beneficiosas plantas, plantas que aportan un grado de limpieza y mejora de muy alto rendimiento y sin efectos secundarios.
Es entonces cuando llegamos a la controvertida marihuana, cáñamo o cannabis, que ciertamente, posee un componente llamado THC que no deja de ser una droga psicoactiva no recomendable. Dicha planta, de forma coadyuvante tiene también entre sus componentes otra sustancia antagonista llamada CBD, una fuente de salud, relajación y beneficios mentales y físicos con 0 efectos psicoactivos, y por lo tanto, no es considerada una droga, aunque se obtenga de una planta como la marihuana.
Y es que no podemos olvidar, que la mayoría de los medicamentos para el dolor son obtenidos de una planta de la cual se obtiene una droga mucho más dura, el opio.
El CBD es legal, si quieren leer más información al respecto hagan click aquí.
¿Pero que propiedades tiene el CBD?
- Analgésico
- Es un genial antiinflamatorio.
- Antioxidante
- Reduce casos de convulsiones.
- Antinauseas
- Neuroprotector
- Antipsicótico.
- Antihemético.
- Ansiolítico.
- Inmuno-modulador
- Reductor de la apetencia por heroina/alcohol/cocaina
¿Para que patologías se utiliza?
- Epilepsias
- Dependencias químicas
- Ansiedad
- Psicosis
- Enfermedades neurodegenerativas (alzheimer, parkinson, esclerosis múltiple)
- Autismo
- Tratamiento antitumoral
- Para acompañar la quimioterapia
- Enfermedades inflamatorias de carácter crónicas