Los humanos somos una raza jerárquica por naturaleza, incluso en su rama más «igualitaria», como puede ser el comunismo, encontramos siempre una imagen referente de liderazgo que de una forma o de otra, hace que un gran grupo de personas acepte su criterio como la verdad de forma natural. Y es que, esta es una de las principales diferencias entre un jefe y un líder, ya que un jefe hace acatar sus órdenes de forma imperativa, por mandato y para regocijar su ego, su empresa o su causa; mientras que un líder obtendrá el mismo resultado por su carisma, entrega y empatía.
¿Cómo ser un maestro líder de tus alumnos?
El maestro: jefe o líder

La imagen del maestro de escuela primaria 50 años atrás era la del jefe déspota que amenazaba, insultaba y golpeaba si era preciso, para «educar» al alumnado, un alumnado sumiso y con miedo. A día de hoy la cosa está mucho más calmada y los maestros no tienen permitidas este tipo de acciones. Es entonces, cuando la herramienta del miedo no está permitida, donde tiene que emerger la figura del líder en el maestro, si no, corre el riesgo de que el alumnado no le preste atención o incluso se ria de el.
Los cabecillas de grupo, liderazgo entre el alumnado

Es aquí donde los límites de liderazgo y la jefatura están un poco confundidos por los infantes, dado que, la mayoría de las veces, dependiendo del tipo de escuela y del tipo de niños, suelen tomar este papel de líderes los pequeños personajes más abusones. Se ha de entender que este liderazgo, es un falso liderazgo, ya que su poder se basa en adoctrinar otros abusones de nivel inferior, para abusar así con menores consecuencias, esto es lo que llamamos bulling y no entra en la temática de liderazgo positivo sobre la cual queremos hacer hincapié en este artículo.
Ahora bien, encontramos niños proactivos, que quieren aprender y ayudar a los demás, que tienen carisma y hacen reir con respeto. Esta es la base de un verdadero líder desde la infancia y detectar el liderazgo positivo debería de ser una de las tareas principales del maestro, ya que de esta forma le será mucho más fácil ejercer el liderazgo en toda la clase usando estos buenos chicos como palanca.
¿Cómo convertirte en un líder para tus alumnos?

Básicamente lo que buscas es respeto y atención, para ello necesitas cierto punto de adoración de tus alumnos hacia ti, esto hará que de forma innata, tus enseñanzas sean mejor recibidas por las mentes de esos pequeños diablillos. ¿Cómo conseguirlo? Obviamente cada caso es especial y diferente, pero está claro que existen algunos factores que pueden hacer que el algoritmo gire a tu favor. ¿Quieres que te ayude?
Un maestro líder no riñe ni castiga; un líder se pone serio y se entristece de no lograr los objetivos sin caer obviamente en el pesimismo, la frase sería: ¿cómo lo podemos hacer mejor?, ¿en que nos hemos equivocado? Esto pone al niño o grupo en una posición de poder frente a la situación. Esto nos hace descubrir un factor determinante del liderazgo: un líder empodera a los liderados con su palabra y decisiones, por eso los líderados aceptan al líder, por que les hace sentir más líderes de los que ya son. Podriamos decir que un líder es un ejemplo de liderazgo, valga la redundancia.
Un maestro líder hace reir a la par que enseña; es indispensable en la educación infantil que el maestro tenga parte de animador socio cultural si quiere ser un buen líder, los niños quieren ser felices y cuanto más pequeños, más de esta cualidad debe mostrarse. Si eres docente en 4º,5º o 6º también te valdrá, pero tendrás que afinar más la técnica y promover momentos inesperados de diversión entre los cuales intercales aprendizaje. Podríamos decir que un líder llama la atención por sus actos y estos actos valiosos son los que los liderados esperan.
Un maestro líder no compra a sus alumnos con puntos positivos; ni mucho menos les amenaza con puntos negativos, esto son características del jefe que paga un plus a aquellos que acatan sus órdener de trabajar en vacaciones. Un verdadero líder que es apreciado como tal por sus alumnos tan solo necesita interactuar más con aquellos que «se comportan bien» pero sin despreciar ni diferenciar aquellos que no, también deberá interesarse por conectar con aquellos que no lo toman como líder o incluso pedir ayuda a sus otros alumnos con cercania y preocupación. Acostúmbrate a chocar los 5 con tus alumnos y a celebrar los buenos resultados individuales en equipo. Podríamos decir que el precio a pagar del líder es la popularidad y el deseo de los liderados por ser sus ayudantes.
No olvides sonreir, la felicidad se contagia y los niños quieren ser felices
Podríamos seguir hablando de esto más si les interesa, tan solo pregunten en la cajita de comentarios y tan pronto pueda leer sus dudas les contestaré. Se que a veces es difícil ser docente, pero dado que están en esa labor es importante ser un líder y no un jefe. Nuestro estado de ánimo, seguridad en nosotros mismos y salud mental mejorarán como el buen vino, otra de las aptitudes de un buen líder.
Fuente de referencia: Diferenciapedia.com